MI HISTORIA

Soy una aprendiz incansable, tengo una necesidad casi impulsiva de poner en práctica lo que aprendo y de resolver problemas. Comencé mi formación formal como Ingeniera en la Universidad de Oviedo, y fui cambiando de disciplinas  hasta crearme un curriculum propio. Asi estudié control de sistemas  y robótica en la Universidad de JönKöping y el TQM, Six Sigma  en el MSC de Mechatronics  London Southbanck University.

A medida que mi desarrollo personal y profesional fue avanzando descubrí que escuchar y dar mi solución a los problemas de mis clientes se me quedaba corto, siempre se necesitaba otra solución y mi tiempo era limitado. Encontré entonces el Coaching y me forme en ECOI como Coach profesional Integral. Este sin duda fue un punto de inflexión tanto personal como profesional. Descubrí que todos los años de escucha y de poner a las personas en el centro de mis soluciones me había dado una gran capacidad de generar espacios emocionalmente seguros y que podía ayudar a otras personas a crear su propio cambio. Sonrío mientras escribo estas palabras, porque fue cuando me di cuenta de qué de verdad podía conseguir crear felicidad e impulsar a que las personas encontrasen su propia senda de bienestar.

Pero también se abrió una duda, un agujero vital, una distancia que parecía insalvable entre mi formación y práctica de la Ingeniera y la gestión de proyectos y mi pasión por las personas. Pasé un año viviendo entre dos mundos, buscando una conexión que tuviera sentido, ese espacio perfecto en el que poder poner en práctica todas mis habilidades y valores. Cuando lo encontré, todo cobró sentido, fue como si finalmente habiese encontrado la estantería en la que poner todos los libros que tenía almacenados en el coco y es estantería se llamaba Agile.

Cómo con casi todo lo que hago me lancé a la nueva aventura en cuerpo y alma. Comencé  a practicar Agile con un proyecto piloto en el área de Operaciones de la Industria farmacéutica en la que trabajaba, me formé como Scrum Product Owner e hice todo lo que no se debe hacer al implementar Scrum, pero conseguí que 5 departamentos y mas de 20 personas dejasen atrás la frustración y trabajasen por un objetivo común. Había encontrado mi sitio: la gestión del cambio.

Desde entonces me considero Change maker. Las herramientas que he ido adquiriendo por el camino me dan la oportunidad de poner al servicio de particulares y empresas todas mis conocimientos y experiencia al servicio de transformaciones artesanas, humanistas y a medida.