Uno de los grandes momentos WOW o «AHA» en mi viaje Agile ha sido evolucionar la manera en la que creo y gestiono el cambio. Tras muchos años intentando crear iniciativas de cambio de impacto, gestionando proyectos y creando mejoras, fue la práctica de Agile la que me ayudó a ver en qué estaba fallando: mi perspectiva del cambio. Aprendí que tenía que dejar de gestionar proyectos de cambio y pasar a gestionar productos para el cambio. Por eso ahora entiendo el cambio como productos incrementales que ofrecer a mis clientes y también puedo facilitar dinámicas desde esta perspectiva.

Con el producto formativo Make Change Happen, trabajo competencias y herramientas Agile para que las clientes consigan cambios desde la misma perspectiva de producto que me ha ayudado tanto en los últimos años. Dos emprendedoras que estuvieron en la primera edición del curso de iniciación a Agile Cristina Montes y Elena Carretero se han embarcado conmigo en el segundo nivel del curso: la toma de acción. En 5 semanas crearán un producto que las acerque al cambio que quieren ver en nuestra sociedad: bienestar y convivencia. ¿Tienen ahora mismo un equipo con el que trabajar? A medias ¿Son proyectos de software? Ni por asomo. ¿Quieren resolver problemas difíciles y no tienen ni idea de cómo hacerlo? Sí y sí, entonces, utilicemos métodos adaptativos, usemos herramientas Agile. Y por qué no, lancemos un Agile Inception en la primera sesión para arrancar este experimento de 5 semanas de Coaching Agile en grupo.

Agile Inception Deck es una herramienta que aparece por primera vez en el libro «The Agile Samurai» y aunque habla de lanzamiento de proyecto sirve también para dibujar los límites del producto que vamos a crear. Hay dinámicas referentes a proyecto como «La lista de los Noes» y otras mucho más enfocadas al producto, cómo por ejemplo la creación de «La caja del producto». Esta dualidad me pareció muy interesante para trabajar precisamente esta doble perspectiva con Elena y Cristina y a la vez construir un lenguaje común en dos proyectos en principio tan dispares como los suyos.

De los 10 pasos del Agile Inception, por supuesto no cubrimos ni la mitad en la sesión de 2 horas que tuvimos, tampoco era el objetivo. Una vez hecho el Check-in y discutida la diferencia entre gestión de proyecto y gestión de producto, empezamos con las dinámicas de «¿Por qué estamos aquí?» y el «Elevator Pitch». Facilité estas dos dinámicas a modo de vista de pájaro del cambio, visualizando toda su visión del cambio, ya nos iríamos más adelante a lo específico.

Otro aspecto importante que tuve en cuenta al facilitar la sesión fue el foco en el cliente, pensar como piensa el cliente. En mi experiencia, poner el foco en el cliente en la fase de «ideación» en la que están Cristina y Elena, es difícil, por eso dividí el ejercicio de la dinámica del ¿Por qué? en dos partes: lo que yo quiero y en lo que mi cliente quiere. Aquí llegaban los primeros momentos ¡AHA!

¿ Es lo que ofrezco a mi cliente congruente con lo que quiero conseguir? ¿A qué cliente se lo estoy ofreciendo?¿ Hay diferentes voces entre las de mis clientes? 

Una vez el foco estaba puesto en lo que necesita mi cliente practicamos el «Elevator pitch». Crear un «Elevator pitch» potente y de 7 pasos en una sesión de 2 horas es difícil, y menos en los 10 minutos que teníamos para ello, por eso, con la vista puesta en que en algún momento del proyecto tendríamos ese potente mensaje, limité el ejercicio a 4 preguntas muy concretas basadas en el ejercicio «The GAP» de Eric Martin: ¿Quién eres? ¿Qué quieres cambiar? ¿A Qué aspiras? ¿Por qué es importante? Hicimos un brainstorming silencioso y luego cada una compuso el mensaje más importante que quiere mandar al mundo durante las próximas 5 semanas. Para mí, la mejor parte de las 2 horas que compartimos 🙂

Con menos de media hora para acabar la sesión decidí dejar para otro momento crear la caja de producto para enfocarnos en «La lista de NOes», pasábamos a una perspectiva pura de proyecto. Enlacé así con los dos últimos ejercicios, Feedback y acciones para la semana. 

Al comienzo de la sesión nos propusimos tres objetivos: Definir el producto, definir el proyecto y planificar un primer pseudo-Sprint. Con el trabajo realizado después de la lista de los Noes las tres concluimos que los habíamos conseguido. Teníamos un producto en el que cada una se iba a enfocar las próximas 5 semanas, un primer borrador del alcance del proyecto y un listado de acciones para la primera semana de trabajo. 

Una sesión de Agile Inception adaptada a lo que se necesitaban en ese momento mis clientes y de la que salieron muy satisfechas. El sentimiento general fue que la sesión había ayudado a bajar a tierra la idea, sacado a la luz incoherencias y lo que es mejor generado motivación para seguir. El hecho de tener poco tiempo para cada ejercicio ayudó y quedamos con muchas ganas de hacer las partes que no pudimos cubrir. Sin duda volveremos a ellos en las próximas sesiones.

Si estas pensando en facilitar una sesión con Agile Inception o de gestión del cambio y lo que te cuento te parece interesante, escríbeme, me encantaría ver a dónde nos lleva tu idea.